El término “economía circular” se utilizó por primera vez en 1980 (Pearce y Turner 1990) , para describir un sistema cerrado de las interacciones entre economía y medio ambiente. Es por tanto un término relativamente nuevo que ha ido cogiendo relevancia, a medida que distintos factores como la superpoblación, la globalización, el cambio climático, la escasez de recursos y la acumulación de residuos, ha hecho palpable la urgente necesidad de corregir el rumbo al que nos lleva la economía lineal.

CONCEPTO
Frente a la economía lineal que se basa en Explotar materias primas, Producir, Consumir y Desechar, la economía circular se centra en el ciclo de los recursos y desarrolla un modelo basado en Reducir, Reutilizar, Reparar y Reciclar los materiales y los productos existentes, frente a la utilización de materias primas. La Comisión Europea, así como otros organismos de referencia como la Fundación Ellen MacArthur, promueven este concepto al considerarlo más aplicable al sistema productivo. La economía circular corre pareja con el concepto de economía verde que es un concepto desarrollado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en el Green Economy Report (2011). La economía verde se define como aquella que mejora el bienestar humano y la equidad social, mientras que reduce significativamente los riesgos ambientales.
La economía circular abarca todo el ciclo del producto. Su objetivo no solo es que el producto y sus materiales permanezcan el mayor tiempo posible en el ámbito del consumo, sino que promueve la reducción de los mismos, mediante la concienciación social y el uso compartido de los mismos como el carsharing (automóvil de uso compartido), así mismo, incentiva el diseño para una mejor reutilización, reparación y reciclaje.
OBJETIVOS
El programa de acción medioambiental de la Unión Europea para el 2020 describe nueve objetivos prioritarios y lo que la UE tiene que hacer para alcanzarlos en 2020.
Son los siguientes:
1. proteger, conservar y mejorar el capital natural de la Unión;
2. convertir a la Unión en una economía hipocarbónica, eficiente en el uso de los recursos, ecológica y competitiva;
3. proteger a los ciudadanos de la Unión frente a las presiones y riesgos medioambientales para la salud y el bienestar;
4. maximizar los beneficios de la legislación de medio ambiente de la Unión mejorando su aplicación;
5. mejorar el conocimiento del medio ambiente y ampliar la base de evidencias en la que fundamentar las políticas;
6. asegurar inversiones para la política en materia de clima y medio ambiente y tener en cuenta los costes medioambientales de todas las actividades de la sociedad;
7. integrar mejor la preocupación por el medio ambiente en otras áreas políticas y garantizar
la coherencia de las nuevas políticas;
8. aumentar la sostenibilidad de las ciudades de la Unión;
9. reforzar la eficacia de la Unión a la hora de afrontar los desafíos medioambientales y climáticos a escala internacional.
Las nuevas normas sobre economía circular establecen objetivos ambiciosos de reciclaje y vertederos para la UE.
La gestión de los residuos de una manera más eficiente es el primer paso hacia una economía circular, donde la mayoría, si no todos, los productos y materiales se reciclan o se vuelven a utilizar una y otra vez.
Objetivos más ambiciosos de la UE sobre residuos
La UE contará con un objetivo común para reciclar al menos el 55% de los residuos municipales en 2025. Esta meta avanzará hasta el 60% en 2030 y al 65% en 2035.
También tendrá un objetivo común para reciclar el 65% de los residuos de envases en 2025, y el 70% para 2030, con objetivos separados para materiales específicos:
Habrá, por otro lado, un objetivo vinculante para limitar el vertido de residuos municipales en vertederos al 10% del total para 2035.